Ya no hay debate. Las energías renovables ya no son un futurible dentro de un racimo
de diferentes opciones. Están aquí, desarrollándose e instalándose con un ímpetu
inusitado y ya no hay marcha atrás. Han venido para quedarse y mejorar nuestra
forma de relacionarnos con la energía y el entorno. Hay poderosas razones que hacen
que esto sea así y vamos a revisarlas.